Generaciones continuadoras: el presente es vuestro
Creo firmemente en la colaboración multigeneracional como base de la continuidad de la empresa familiar. Los viejos paradigmas de la sucesión que emulaba las luchas en las manadas de leones donde era uno el que, tras voraz batalla, eliminaba al resto de aspirantes deben ser superados. Antes al contrario, del trabajo y la comunicación entre generaciones se van a crear las mejores condiciones para robustecer el legado de la familia.
Desde esta perspectiva, y con la mirada puesta en las generaciones continuadoras, me permito sugerir al lector cinco ideas:
1.- La idea del respeto y el cariño
Nacer en una familia empresaria es una enorme suerte. Supone la oportunidad de acceder a medios para formarse, que muchas veces no tuvieron las generaciones fundadoras. Supone la oportunidad de conectar con el network que la familia ha ido generando con el paso de los años en muchos ámbitos de actividad. Supone la oportunidad de aprovechar los negocios de la familia como plataforma de futuros emprendimientos. Y, sobre todo, supone la oportunidad de convivir con gente emprendedora excepcional, plenos de sabiduría y reservorio de valores.
Si reconocemos esta realidad, y más allá de las fricciones que pueden acabar surgiendo fruto de la convivencia en casa y/o en la empresa, a las nuevas generaciones cabe pedirles que actúen desde el respeto y el cariño a sus mayores. Es una tarea titánica crear una familia y, en paralelo, levantar una empresa que se proyecta en el tiempo. Sepamos reconocerlo a los mayores.
2.- La idea del orgullo de pertenencia.
Creo que los jóvenes deben conocer la historia de la familia y la empresa. Con independencia de si algún día colaboran de manera activa en el ecosistema familia/empresa. La realidad esplendorosa que tantas veces vemos hoy no ha sido fácil de alcanzar. Hay mucho sacrificio y trabajo detrás. Esos esfuerzos acaban por conformar los valores de la familia empresaria que las nuevas generaciones deben conocer y comportarse de acuerdo a los mismos. Así se construye el orgullo de pertenencia que nos hace fuertes como familia empresaria y crea las mejores condiciones de surcar juntos nuevos e ignotos mares.
3.- La idea de la co-creación colaborativa desde el conocimiento profundo del mercado y de la empresa
Las nuevas generaciones de muchas familias empresarias viene muy bien preparadas. Han tenido una muy buena formación de grado y con especializaciones de postgrado. Dominan idiomas. Han vivido en diferentes países. Han iniciado su vida laboral fuera de los negocios familiares. Traen de serie una facilidad para moverse en el mundo digital. De manera que si deciden incorporarse a la empresa familiar van a estar en condiciones de aportar mucho valor. Para que esa aportación sea muy eficaz recomiendo que, además y con toda humildad, dediquen esfuerzos para conocer en detalle la realidad de la empresa y los mercados en los que compiten. Desde esa profundidad van a estar en muchas mejores condiciones de co-crear trabajando con los familiares senior y con los profesionales de la empresa.
4.- La idea de la innovación adaptativa y los avances en el gobierno y la gestión
Los jóvenes que aúnan preparación y conocimiento exhaustivo de su realidad están en magníficas condiciones de provocar innovaciones en la empresa que la coloquen en mejores condiciones de competitividad. Tienen un conocimiento profundo del entorno digital que va a facilitar a la empresa redefinir modelos de negocio y estrategias, incorporar mejoras para la gestión o identificar nuevas oportunidades de negocio. La continuidad de la empresa familiar pasa por gestionar inteligentemente el binomio entre valores tradicionales e innovación adaptativa. En este segundo componente la ecuación, las nuevas generaciones tienen mucho que decir para que las empresas asuman los principios del “darwinismo”, de total vigencia en el mundo de los negocios de hoy.
Del mismo modo, estos jóvenes sobradamente preparados, van a poder provocar los necesarios avances en materia de gestión y gobierno. Así crearán entornos de gestión atractivos para atraer el necesario talento a la organización. No olvidemos que, a mejor talento, más competitiva va a ser la empresa pero que el talento es el bien escaso del sigo XXI. También las compañías necesitan robustos órganos de gobierno que aseguren el diseño y despliegue de estrategias que velen por el largo plazo y que, por otra parte, provoquen la necesaria transparencia que acaba por convertirse en confianza y buena reputación en los mercados. En ese territorio de la buena gobernanza también tienen mucho que decir y aportar los “nextgen”.
5.- La idea de robustecer legado aportando sentido de propósito
Los jóvenes traen de serie una conciencia profunda del papel de la empresa en la sociedad de hoy. No se trata solo, y a costa de lo que sea, de ganar dinero en el coto plazo. Desde esa conciencia están favoreciendo que sus empresas trabajen de manera consistente con el cumplimiento de los objetivos del desarrollo sostenible e inclusivo. En definitiva, van a contribuir para que las empresas definan su propósito. Eso que acaba por dar un sentido superior al día a día y que responde a los “para qué” seguir juntos como familia empresaria y no convertirnos en meros rentistas ajenos a la realidad del planeta. El futuro será de empresas que actúen en consonancia con su propósito.
Asistiendo al XVII Encuentro Nacional del Forum Familiar , organizado por el Instituto de la Empresa familiar y celebrado recientemente en Benidorm he tenido la oportunidad de volver a tomar conciencia del gran futuro que tiene las empresas familiares al ver enriquecido su ecosistema con nuevas generaciones con preparación, ganas, respeto y valores. Un axioma simple, sin liderazgo emprendedor no hay empresa. Hay mucho liderazgo emprendedor en las nuevas generaciones que han acudido a este congreso. Circunstancia que nos permite observar el futuro con optimismo, más allá de los negros nubarrones que este mundo global nos trae cada poco tiempo. Por eso apelo a empezar a construir ese futuro ya mismo, desde el rabioso presente.
Para concluir apelo a ese trabajo de colaboración inteligente y apasionante entre generaciones para conseguir la anhelada continuidad transgeneracional. Un objetivo bueno para las empresas, pero también para construir una España y un mundo mejor. Allá donde hay buenas familias empresarias con sólidos habrá una sociedad mejor, más libre y con más oportunidades.
Manuel Bermejo
Profesor IE Business School y Presidente en The Family Advisory Board