Enrico Letta, ex primer ministro de Italia, llama a una mayor integración europea para impulsar la competitividad en la clausura del XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar
El XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, celebrado en Santander los días 20, 21 y 22 de octubre, contó en su acto de clausura con la intervención destacada de Enrico Letta, ex primer ministro de Italia y presidente del Instituto Jacques Delors, ante SM el Rey y un auditorio con más de 650 asistentes, entre representantes institucionales, líderes empresariales y expertos.
Durante su discurso, Letta enfatizó en la urgente necesidad de acelerar la integración de ciertos sectores clave en la Unión Europea para evitar que la industria pierda competitividad frente a Estados Unidos, China y las potencias emergentes como los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). De esta manera, hizo un llamamiento a una mayor integración en sectores como el de telecomunicaciones, finanzas y energía, los cuales, según él, han quedado fragmentados debido a decisiones tomadas hace décadas.
Letta, que actualmente se encuentra recorriendo Europa para promover esta causa, subrayó que “si no se toman medidas decisivas” Europa corre el riesgo de quedarse rezagada, e insistió en el obstáculo para la competitividad empresarial que supone «la fragmentación de los sistemas regulatorios y la falta de simplificación legislativa, teniendo en cuanta que tenemos 27 ordenamientos jurídicos diferentes». En ese sentido, reclamó la creación de un «delaware virtual europeo» para agilizar los trámites legales para las compañías.
En su intervención, Letta, autor el informe clave sobre el futuro del mercado único comunitario, se centró en la pérdida de protagonismo de Europa en las telecomunicaciones. Recordó que, en los años 90, las grandes marcas del sector eran europeas, pero en la actualidad han sido reemplazadas por gigantes chinos y estadounidenses. Así, comparó la capacidad de los operadores europeos, que atienden a una media de 5 millones de clientes, con los 107 millones de EE.UU. o los 457 millones de China, subrayando la importancia de la escala en un mercado global.
Letta también destacó la falta de una unificación en estos sectores críticos limita la capacidad de Europa para competir en términos de innovación. “Necesitamos que la inversión en conocimiento esté en el centro de todas las decisiones de la Unión Europea. EE UU ya está innovando porque cuenta con los recursos que Europa no tiene por la fragmentación”, añadió.
Por su parte, Ignacio Rivera, presidente del Instituto de la Empresa Familiar, se sumó a estas peticiones en la clausura del congreso. Rivera reclamó la necesidad de suavizar ciertas regulaciones en Europa, como las relacionadas con la transición energética o la presión fiscal, que ponen en desventaja a las empresas europeas frente a las de otras regiones. Rivera concluyó subrayando que “España debe adelantarse a Europa en estos aspectos para no perder competitividad”.