Las empresas familiares muestran optimismo en ventas y empleo, pero advierten sobre desafíos regulatorios y barreras para impulsar la innovación
El pasado mes de octubre, en el marco del XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) presentó los resultados de su reconocida encuesta interactiva. Este estudio ofrece una visión detallada sobre las expectativas y estrategias de las empresas familiares para 2025, ofreciendo una radiografía de cómo planean enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que el nuevo año traerá consigo.
De esta manera, la encuesta refleja que el 60% de las empresas familiares proyectan un aumento en sus ventas para 2025, mientras que un 31% esperan mantener los niveles de facturación de este año. En paralelo, el 42% de las compañías prevén ampliar sus plantillas, mostrando una perspectiva positiva respecto al empleo.
Esta confianza se da en un contexto económico del país que las empresas valoran con un 5,55, en una escala de 0 a 9. Aunque predomina la expectativa de un crecimiento moderado (59%), esta está acompañada de una limitada creación de empleo neto. Solo el 3% de los encuestados anticipa un escenario de fuerte expansión económica, con una intensa generación de puestos de trabajo.
Entre los riesgos más relevantes identificados por las empresas, los cambios regulatorios lideran con un 60%, seguidos de la dificultad para encontrar profesionales cualificados (56%) y los desafíos geopolíticos (43%).
Un aspecto destacado es el limitado acceso a los fondos Next Generation EU. Apenas un 23% de las empresas declaró haber recibido apoyo de estos recursos, y en la mayoría de los casos, con impactos marginales en sus balances. Este dato pone de manifiesto la necesidad de mejorar la gestión y canalización de estas ayudas hacia las empresas familiares, esenciales para la economía española.
Innovación y longevidad: Un equilibrio necesario
Las empresas familiares han demostrado que es posible equilibrar la innovación con un fuerte arraigo territorial, integrando ambos aspectos como pilares de su identidad. Según la encuesta, el 57% de los encuestados considera que liderar proyectos innovadores sin perder sus raíces es una parte fundamental de sus valores empresariales. Este compromiso se refleja en su capacidad para adaptarse a los cambios del mercado y desarrollar iniciativas que fortalecen tanto su competitividad como su impacto local.
Sin embargo, no están exentas de desafíos. Entre las principales barreras que dificultan la innovación, las empresas identifican la captación de talento (56%), la gestión del cambio (53%) y los conflictos generacionales (25%). Estos factores subrayan la importancia de una estrategia integral que aborde tanto el desarrollo de habilidades internas como la cohesión entre diferentes generaciones de liderazgo. En cuanto al tipo de innovación aplicada, las empresas destacan hacerlo, en un 58% de los casos, a través de sus departamentos de I+D (innovación interna), seguido del desarrollo de nuevas tecnologías (49%).
En términos de sostenibilidad a largo plazo, la encuesta destaca que los pilares fundamentales para garantizar la longevidad de estas empresas son la gobernanza (54%), la planificación de la sucesión (50%) y la profesionalización (34%). Estos elementos no solo son clave para preservar el legado familiar, sino también para asegurar su capacidad de adaptación y éxito en un entorno empresarial cada vez más competitivo y globalizado.
Modernización: Talento y digitalización como ejes clave
La modernización de las empresas familiares se erige como una prioridad estratégica para mantener su relevancia en un entorno económico y tecnológico en constante evolución. Según la encuesta, el 55% de las empresas considera que la captación y retención de talento son factores esenciales para garantizar su competitividad. Este enfoque refleja la creciente necesidad de contar con equipos cualificados, capaces de abordar retos complejos y contribuir a la implementación de soluciones innovadoras.
En paralelo, otro 52% de los encuestados subraya la importancia de avanzar en digitalización y en la integración de la inteligencia artificial como herramientas clave para adaptarse a las demandas del mercado actual. Estas tecnologías no solo optimizan procesos internos, sino que también habilitan nuevas formas de interactuar con clientes y mercados globales, ampliando el alcance y el impacto de las empresas.
A pesar de los desafíos inherentes, como la escasez de profesionales altamente cualificados y los costes asociados a la adopción de nuevas tecnologías, las empresas familiares demuestran una visión resiliente y estratégica. Este compromiso con la modernización no solo responde a las expectativas marcadas para el próximo año 2025, sino que también refuerza su papel como motores de innovación y desarrollo sostenible.