Consejo de Familia: un gran desconocido, clave para la perdurabilidad familiar
MaríaA pesar del auge de las actividades, cursos y foros en los que se tratan cuestiones relacionados con la Empresa Familiar, todavía existen algunos temas sobre los que hay cierto desconocimiento por parte de las familias empresarias; este es el caso del Consejo de Familia.
Recientemente, en una reunión con una familia empresaria propietaria de una empresa con una larga trayectoria, uno de sus miembros comentó que ellos hacían Consejos de Familia cada domingo cuando se reunían para comer. Sin duda, las reuniones que mencionaba este familiar y accionista son muy beneficiosas para mejorar los vínculos en la familia (accionistas o no), potencian que la siguiente generación interactúe etc, pero no se puede considerar equivalente a los beneficios que aporta el Consejo de Familia.
Es a raíz de este tipo de situaciones, que desde los centros educativos se hace hincapié en explicar qué es un Consejo de Familia, para qué sirve y principalmente qué ventajas aporta a la familia empresaria.
Como familia empresaria, una de las cuestiones que siempre resulta difícil de resolver es:
¿Qué debe situarse en primer lugar?: ¿el éxito de la empresa para sustentar a la familia?, ¿o los intereses de los miembros de la familia aunque diverjan de los de la empresa?
A esta cuestión cada uno podrá dar una respuesta, no obstante, no debemos perder de vista que se trata de dos caras de una misma moneda y, por tanto, desatender alguna de las caras acabará afectando de forma negativa a la otra y en consecuencia al equilibrio tanto familiar como empresarial.
Por poner un ejemplo, si nos enfocamos principalmente en el negocio corremos el riesgo de descuidar o desatender las necesidades que impone la etapa vital en la que se encuentran los accionistas actuales y futuros de la empresa. A medio o largo plazo, dichas necesidades o expectativas no cubiertas irán ganando protagonismo en las reuniones relativas al negocio, pudiendo entorpecer e incluso bloquear el buen funcionamiento del mismo.
De igual modo, si como familia empresaria anteponemos los intereses de la familia o de sus miembros a los propios del negocio, nos podemos encontrar en una situación en la que la empresa pase a tener como objetivo principal, por poner un caso, dar empleo y/o ser fuente de ingresos estables de los miembros de la familia, desatendiendo las necesidades del negocio y poniendo el riesgo su competitividad y/o supervivencia.
Una de las herramientas útiles para evitar un desequilibrio en el binomio empresa-familia es la creación de un Consejo de Familia, como un foro en el que se pueden plantear, debatir y buscar consensos sobre los aspectos que afectan a la familia propietaria y su relación con la empresa.
En el ámbito de la empresa tenemos asumido que es necesario contar con órganos de gobierno que velen por el desarrollo, competitividad y supervivencia de la empresa. Así, el Consejo de Administración o la Junta de Accionistas, entre otros, son órganos que aportan espacios donde tratar cuestiones y tomar decisiones relacionadas con el negocio de un modo sistemático y aplicando criterios empresariales.
De modo similar, el Consejo de Familia, por su parte, proporciona un lugar de encuentro en el que se puede adoptar un enfoque sistemático y riguroso para tratar los aspectos que preocupan a la familia empresaria, y su relación con decisiones que pueden tener impacto en la empresa familiar.
Para algunos empresarios familiares, la palabra “consejo” puede asociarse a burocracia o lentitud. Incluso, en ocasiones, la idea de crear un “órgano” diferente a los propios del negocio puede generar aversión. Sin embargo, el Consejo de Familia no tiene porqué ir asociado a estas connotaciones negativas. En este Cuaderno de Trabajo de la Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de València intentaré desgranar los motivos por los que crear un Consejo de Familia puede ser beneficioso para conseguir una familia cohesionada y al mismo tiempo evitar interferencias en el negocio. Además de sus ventajas, presentaré cuáles son sus funciones y en qué momento o circunstancias es aconsejable crearlo.
María Beltrán, Profesora del curso de Empresa Familiar (CEF-UV)