El poder regenerador de la Empresa Familiar

El compromiso de transmitir el legado -mejorado- a la siguiente generación es uno de los factores que condicionan de forma definitiva la manera de comportarse de las empresas familiares.

En primer lugar, les obliga a vivir embarcadas en un proceso permanente de emprendimiento e innovación, para responder, con visión a largo plazo, a los retos y oportunidades que surgen a diario en el quehacer de la vida empresarial.

Muchas de las empresas familiares más longevas y exitosas nacieron, de hecho, de una innovación concreta que les sirvió de punto de partida y también de palanca de crecimiento.

El liderazgo ha de transmitir a toda la organización esa necesidad de transformación constante, haciéndola compatible con los valores fundacionales tan propios de las empresas familiares de éxito. Y cuando decimos “organización” nos referimos no
solo a la empresa, sino también a la familia -dos ámbitos inseparables-, y en especial a esas nuevas generaciones que, llegado el momento, se incorporarán a la gestión.

Si hay algo que define a las empresas familiares es el compromiso. Con el territorio, con el medio ambiente y, sobre todo, con la sociedad y con las personas.

No es posible crecer y progresar -ni siquiera sobrevivir- si no asumimos un compromiso sólido con la comunidad en la que operamos y con las personas que, de forma directa o indirecta, componen nuestras organizaciones.

Legado, transformación, liderazgo y compromiso. Este informe, elaborado por KPMG en colaboración con el consorcio global STEP Project, aborda todos estos temas con el enfoque que de ellos aportan un importante número de compañías integradas en el Instituto de la Empresa Familiar y en las Asociaciones Territoriales de Empresa Familiar vinculadas. Su visión, pegada al terreno y a la economía real, constituye, en mi opinión, un auténtico manual para cualquier gestor.

 

Andrés Sendagorta
Presidente del Instituto de la Empresa Familiar