Un Puente Hacia El Futuro: Formación, Sostenibilidad Y Vertebración

Hemos celebrado un nuevo Congreso de la Empresa Familiar, este año por primera vez en la ciudad de Murcia. Para nosotros resulta un privilegio ser anfitriones de un acontecimiento tan singular debido al prestigio de los asistentes así como la calidad de sus reflexiones y debates. La visión y el ejemplo de los líderes de las principales empresas familiares de nuestro país, unidas a la presencia de los principales empresarios familiares de las distintas regiones, convierte el Congreso de la Empresa Familiar en un espacio único para convenir las líneas de actuación más indicadas para la continuidad de nuestras empresas familiares.

Las Cátedras de Empresa Familiar ocupamos una posición extraordinaria que nos sitúa en la intersección universidad-empresa. Como académico que forma parte del foro de empresarios familiares resulta muy enriquecedor participar en la definición de los retos y planteamientos de las empresas familiares. En este sentido, me produce una gran satisfacción particularmente los aspectos cubiertos en la edición de este año. El lema del congreso “Un paso adelante” subraya la idea que frente a las adversidades, las empresas familiares deben crear su propio futuro. La existencia de ciclos es consustancial a la actividad económica. La habilidad para pilotar en circunstancias difíciles determina la probabilidad de sobrevivir y perdurar en el largo plazo. A tenor de la opinión de los empresarios familiares asistentes al Congreso, la situación económica ha empeorado ligeramente. Por tanto, urge analizar las estrategias más pertinentes para los próximos años.

A lo largo del Congreso se han debatido iniciativas y planteamientos que los empresarios familiares deben hacer suyas para fortalecer sus proyectos empresariales. De hecho “un paso adelante” –en palabras del Instituto de la Empresa Familiar- alienta a la empresa familiar a implicarse en la construcción del modelo económico que necesita España para afrontar la transformación que sufre el mundo, planteando propuestas constructivas y de largo alcance.

Aunque fueron numerosas y variadas las ideas que capitalizaron la atención de los asistentes, quisiera abordar tres de ellas, en gran medida, interrelacionadas. Me refiero a formación, sostenibilidad y vertebración social. Como sociedad necesitamos formar tanto a las jóvenes generaciones como a las que ya están presentes en el mercado laboral con los conocimientos y valores pertinentes. Si bien los valores se desarrollan principalmente en el plano familiar, qué duda cabe que los avances científicos y sociales arrojan nueva luz sobre valores necesarios para sustentar nuestro progreso social y económico. En este sentido, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 son un claro ejemplo, la lucha contra el cambio climático, entre otros, no debe verse como una nueva obligación gubernamental sino como una salvaguarda del futuro que además constituye una oportunidad de negocio. La vertebración social hace referencia a múltiples aspectos, principalmente a un trabajo digno, pero también a la vertebración territorial. Igualmente, la empresa familiar desempeña un papel crucial. Como es bien sabido, las empresas familiares presentan un vínculo muy especial con la tierra que las vio nacer y consolidar sus proyectos. De hecho, en la mayoría de los casos constituyen el principal foco de empleo y riqueza económica en núcleos rurales. Ligado al desarrollo equilibrado de los territorios también se ha puesto de manifiesto el papel de las Universidades. Aunque la dispersión universitaria pueda ser criticada como una opción poco eficiente, sin embargo, no son pocos los beneficios asociados al desarrollo de las áreas geográficas donde están implantadas. Con esta idea vuelvo a la importancia de la formación.

Los empresarios familiares han declarado la importancia de pactar y desarrollar un modelo educativo que permita un empleo de calidad que proporcione respuesta a las necesidades reales de las empresas. El impulso de la FP en general, y de la FP dual en concreto, respondería a la necesidad de encontrar trabajadores con la cualificación que demandan muchas empresas. Según datos del Barómetro de la Empresa Familiar, que elaboramos en la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum, el 35% de las empresas familiares tiene problemas para encontrar personal cualificado. Siendo el cuarto de los factores que dificultan su actividad empresarial tras la presión competitiva (52%), debilidad de la demanda (49%) y los aspectos legales (38%). No obstante, observamos que los problemas para encontrar personal cualificado se relaciona positivamente con el ciclo económico. De hecho, solo empieza a tener cierta importancia tras la salida de la crisis, no así en los años más complicados. Estos datos me llevan a reflexionar sobre la necesidad de atraer y retener talento por parte de las empresas familiares. Además de la conveniencia de preparar profesionalmente a las nuevas generaciones, las empresas familiares han de ser capaces de crear -y comunicar- proyectos empresariales que resulten atractivos a los profesionales.

Asimismo durante el Congreso se pusieron de manifiesto los diferentes desafíos relacionados con la digitalización, inteligencia artificial y cambios disruptivos, entre otros, que plantean cambios en la formación. Al encontrarse éstos más próximos al ámbito universitario quisiera reflexionar seguidamente al respecto. Afortunadamente nuestras Universidades cuentan con personal docente e investigador en permanente estado de actualización que les permite desarrollar y estar al tanto de los últimos conocimientos, herramientas y tecnologías. Con frecuencia, las empresas que trabajan y colaboran con la Universidad se sorprenden de sus conocimientos y recursos disponibles. Al mismo tiempo, las Universidades son cada vez más conscientes de la necesidad de tener una relación fluida con el mundo empresarial. En este ámbito quisiera terminar haciendo mención a las Cátedras de Empresa Familiar. Como decía al principio, son iniciativas que se constituyen en puentes entre la Universidad y la Empresa Familiar. Las Cátedras como apuesta de las Universidades y Asociaciones de Empresas Familiares son la fórmula ideal para obtener un conocimiento de primera mano de las necesidades recíprocas de las citadas instituciones que permitirán la mejor preparación de los futuros y actuales profesionales para el mundo laboral.

 

Angel Meroño Cerdán
– Catedrático de Organización de Empresas. Director Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum (Universidad de Murcia y U. Politécnica de Cartagena)